Los tiempos han cambiado. Afortunadamente nos dirigimos a una nueva aventura en la que la atmósfera es de evolución y auto-conocimiento.

Los maestros ya no son lo que eran. Ya no son necesarios los maestros con mayúsculas rodeados de un halo de divinidad que nos hacen ver la meta lejana o imposible.

El maestro en estos tiempos es tan divino como tú. Es un ser humano normal y corriente que se encuentra en proceso de evolución al igual que tú, librando sus propias batallas y aprendiendo de cada uno de los seres que le rodean.

El nuevo maestro ve maestros en todas partes, en sus alumnos, amigos, familiares, animales, plantas, paisajes, tormentas… toda la creación está desplegada ante él para enseñarle algo.

Sabe que el mejor maestro que va a encontrar en su camino es uno mismo, el maestro interior que habita dentro de él. Nadie conoce mejor las necesidades de su propia alma, por ello tomará la responsabilidad de su propia evolución trabajando siempre de la mano de su maestro interior.

Y por ello, el nuevo maestro acompaña. Es un amigo que camina a tu lado en un periodo de tu vida para ayudarte a que conectes con tu propio maestro interior. Comprende que ese es el mejor servicio que puede hacer por tí, ponerte en contacto con tu divinidad y dejarte marchar cuando así lo precises.

El nuevo maestro no es perfecto y conoce sus límites como ser humano que es. Busca lo mismo que tú y aunque te pueda proporcionar ciertos conocimientos, sabe que tú también podrás enseñarle algo, y ello le llena de alegría y gratitud.

Está lleno de defectos y lo sabe, reconoce sus errores, los acepta y los asume como parte de su evolución. Por ello no le importará pedir perdón, dar las gracias y mostrarse humilde ante las situaciones que así lo requieran.

El nuevo maestro tiene un papel que le reconoce como «Maestro con mayúsculas», y sabe que ello le capacita para legar su conocimiento a otros. Pero sabe que en ese papel no dice que sea más divino que tú, más evolucionado que tú, ni que tenga más conocimiento que tú.

Sin duda, la mayor de las cualidades del nuevo maestro ha de ser la humildad. Con ella de la mano cualquier trabajo que realice se caracterizará por el amor y la verdad de corazón.

Hay miles de decálogos que hablan de las cualidades del maestro (de Reiki, de Chi kung, de Yoga…). En mi humilde opinión aquellas que resaltan la divinidad del maestro por encima de la cercanía, la humildad, la entrega, la generosidad, la compasión, la gratitud, la empatía… no están en armonía con la nueva corriente de aire fresco que ha de mecernos en ésta hermosa aventura de evolución en la que estamos inmersos.

Con amor